Un dia aparentemente tranquilo (Birgit W. Lohse)

Lily entro en las tres escobas alegremente, últimamente sus días habían sido muy buenos, había echo una nueva amiga, iba muy bien en clase e incluso estaba pensando en apuntarse a Quidditch, aunque eso tendría que pensárselo bien y ver donde podría ir mejor para su equipo. Lily se sentó en la barra y pidió una jarra de cerveza de mantequilla, mientras tomaba un libro sobre historia muggle y se ponía a leer, la verdad es que le encantaba todo lo relacionado con el mundo muggle, sobretodo su mitología era tan fascinante, incluso se podría decir que mágica.

La chica recibió su jarra y empezó a beber sin apartar la vista del libro, aunque cuando miro de reojo vio algo que le llamo la atención, una cartera estaba tirada en el suelo, la chica vio a todos lados y pudo ver a una mujer al lado suya, y su bolso abierto, Lily dejo las cosas en la mesa, tomo la cartera para después tocar el brazo de la mujer,desde su asiento.

-Perdona...creo que se te ha caído esto-dijo mostrando le la cartera mientras sonreia.

Ese día se había sentido llena de energía y un espléndido humor para dar una pequeña visita al colorido pueblo de Hogsmade. Le encantaba visitar aquél alegre lugar, pues había tanto que ver y aprender, fascinada conoció la casa de los gritos, el establecimiento más encantando en Gran Bretaña, según los rumores, también sonrió como niña todo el día al ver toda clase de golosinas que vendían en Honeydukes o los ingeniosos productos de la tienda de bromas. Pero su sitio favorito era Hogsmade sin lugar a dudas, era un cálido y acogedor lugar perfecto para descansar y charlar después de un día de paseo por el pueblo. La gente era amable y te servían la mejor cerveza de mantequilla que ella haya probado.

Hacía un día hermoso por lo que aquél fin de semana decidió dar una pequeña visita. Atravesó la rústica puerta de entrada y al instante tomó asiento en la barra. Con una sonrisa en el rostro y un inconfundible acento noruego pidió una cerveza de mantequilla a la amable empleada. Charló un poco con el
Hombre de enseguida antes de que una voz familiar la llamaba. Era Lily, una chica del mismo curso que ella, era muy bella y agradable. Pertenecía a la casa Ravenclaw y eran buenas amigas.

—¿Qué tal Lily?— saludó con sorpresa pero sonriéndole. Sería bueno tener un poco de compañía. Le agradeció con voz educada y volvió a guardar su cartera esta vez con más cuidado. Le sonrió a la empleada quien le traía su cerveza , le agradeció con una sonrisa antes de deleitarse con el primer trago. Sabía deliciosa. Se volteó nuevamente a la Ravenclaw —¿Cómo estás?— preguntó con una bella sonrisa.

Lily se sorprendió de ver a Birgit, una chica de Durmstrang, y la conoció por casualidad, y las dos se hicieron muy buenas amigas, tanto que era una de sus mejores amigas.

-Pues muy bien, ¿y tu Birgit?-pregunto sonriendo le a la chica-hacia mucho que no te veía, pensaba que estabas muy ocupada para las clases Durmstrang ¿Como es que estas por aquí? ¿y como que no me has avisado?-pregunto ya que era verdad, ellas siempre hablaban cuando podían, ya fuera por móvil o por carta, pero hacia días que por culpa de las clases no podían hablar y le extraño verla a aquí y sin avisarle.

-Es que ya no quieres verme Birgit-pregunto fingiendo estar molesta mientras se cruzaba de brazos.