Amelie E. Lemoine → I. D.

Amelie Eloisa Lemoine

Descripción psicológica

Dulce y muy extrovertida, pero sobre todo alegre. Así es Amelie, optimista hasta rayar en lo insano. Jamás la verás torturada por algo, puesto que despreocuparse es algo que hace siempre. No es que no se preocupe por nadie, pero a los problemas los deja a un lado. Porque el pesimismo no va con ella.
Por otro lado, posee una gran inteligencia, que oculta perfectamente bajo su carita de niña buena. Tiene una gran capacidad para memorizar cosas, además de que razona perfectamente y se da cuenta del más mínimo detalle. Nada se le escapa si ella así lo desea.
Soñadora en extremo, pero muy plantada en sus objetivos y totalmente dedicada a ellos, la joven no descansará hasta verlos realizados. Curiosa a todo momento y aunque en ocasiones se siente intimidada, siempre busca dar la cara a lo que sea. Por su belleza y carisma se puede decir que a donde va, siempre acaba agradando a la gente; puede ser increíblemente encantadora, atrayente, y encuentra en esto un mecanismo para conseguir lo que desea.
Lleva en ella el sarcasmo y la ironía, y los deja fluir libremente casi sin quererlo, aunque de manera más pronunciada cuando está nerviosa. Es bastante sensible además de impaciente. Las pocas veces que pierde el control de sí misma, se vuelve una persona borde y difícil de tratar, tozuda y, sobre todo, violenta y descontrolada. Pero odia esa parte de sí, por lo que es muy tolerante y serena a la hora de discutir.
Le gusta regalar sonrisas a todo aquel con el que cruza una mirada. Detrás de toda esa ternura y en ocasiones fragilidad, se esconde una chica fuerte que no se deja vencer por nadie y que tiene todo un mundo por conocer.

Descripción física

Historia

Amelie nació en Niza, al sur de Francia. Sus padres, un profesor y una abogada, jamás habían oído hablar de magia. Es más, para ellos ni siquiera existía algo como eso. Pero el nacimiento de su hija casi les hizo creer, pues desde tiempo atrás creían que ella era estéril.
Amelie, por tanto, pasó a convertirse en lo más querido del matrimonio. Su infancia fue tranquila, apacible y feliz. Lo único que rompía la quietud de su vida fueron las muertes de sus tres mascotas, que se sucedieron en menos de un año: un perro y dos peces. Después de eso, no ha vuelto a tener animales en casa. Pero, aparte de esas pequeñas cosas, Amelie siempre ha sido feliz.
Cuando apenas tenía seis años, la magia comenzó a florecer en ella. Transformaba cosas, algo tontas, como una cuchara en un tenedor, o quizás cambiaba la gelatina de color. Pero hacía magia, y parecía disfrutar con ello.
Sus padres tardaron un tiempo en darse cuenta y, cuando lo hicieron, intentaron achacarlo a otras razones -estrés, cansancio, alucinaciones-, pero jamás a la magia. Era imposible.
Pero, tiempo después, acabaron por entenderlo. E intentaron informarse, para instruir a su hija. Si tenía un talento, mejor era desarrollarlo, aunque fuese algo antinatural. No hizo falta que buscaran demasiado, ya que prácticamente la Academia de Magia Beauxbatons fue a ellos, mandando la carta de admisión a Amelie.
Obviamente, asistió. Allí, se hizo rápidamente un hueco tanto en amistades, debido a su carácter y a pesar de su estatus de sangre, como en las clases, y demostró tener un talento increíble en Transformaciones, así como en el quidditch (es la buscadora oficial del equipo de Beauxbatons). Ha tenido también algunas relaciones amorosas, siempre con chicos, aunque ahora se está manifestando su interés por las personas de su mismo sexo.
Este año, Amelie ha sido seleccionada para asistir al intercambio en Hogwarts, junto con el colegio de Durmstrang.

●Felix Felicis●