Mañana de estudio (Libre)

por **Clarissa P. Nott** Lun Mayo 13, 2013 5:19 am

Biblioteca vacía - Domingo - 9 am

Para cualquiera que lo apreciara desde fuera le podría parecer patético, quizás enfermizo... Pero era una cuestión de principios y saber estar. Sí, algo que probablemente se escapaba de la comprensión de cualquiera. Los domingos a las nueve de la mañana el castillo parecía habitado únicamente por los fantasmas, bueno, por los fantasmas y yo. Por mucho dolor que me produjera tener que despertarme a esas horas intempestivas para ir a la biblioteca, no me cabía duda de que merecía la pena solo por el mero hecho de respirar un poco de paz. Siempre tenía apunto mis deberes y exámenes, cuando era más pequeña a veces me acomplejaba un poco la idea de pasarme la mitad de mi vida estudiando, pero cuando crecí y las críticas me entraban por un oído y me salían por otro... La cosa cambió y me dejó de importar. Estaba acostumbrada a sacar calificaciones realmente brillantes, lo que no tenía muy claro era si lo hacía por mi futuro o por lo que mis padres opinaban de mí.

Hasta aclarar aquella duda existencial que tanto me pesaba yo continuaba con mis hábitos. Aquella mañana no llevaba el uniforme de Ravenclaw, me había puesto unos pantalones vaqueros y una sudadera amplia para estar más cómoda. Nada más poner un pie en la biblioteca aspiré brevemente por la nariz, admirando el olor a páginas viejas, era una sensación que me parecía realmente agradable. Luego me dirigí a la mesa más apartada de todas porque era consciente de que en una hora o dos llegarían alumnos de cursos inferiores a molestar, así que cuanto más lejos mejor. Me senté con tranquilidad y empecé a colocar de manera ordenada los libros de texto, algunos pergaminos, la pluma y el tintero. Lo que me extrañaba era que continuáramos usando aquellos bártulos en Hogwarts, casi se me hacía una costumbre molesta para el año que estábamos.

Los deberes que tenía en cuestión eran de Estudios Muggles, asignatura que repudiaba con todo mi ser y que por desgracia tenía que cursar. ¿Acaso esa escoria estudiaba nuestras costumbres? Por supuesto que no. La pluma rasgaba el pergamino prácticamente con rabia, clavándose con especial precisión sobre la superficie de color ocre. Siempre que hacía tarea como esta sentía como me envenenaba por segundos, hasta llegar al punto de la amargura. ¿Cómo podían permitir que los hijos de esos seres estudiaran en un colegio tan prestigioso como era Hogwarts? Se escapaba totalmente de mi compresión. Cuando tracé la última letra respiré con alivio y me eché un poco hacia atrás en la silla, para tratar de relajarme.