► The idiot was born... ? | Lorraine

por **Soohyun Shin** Vie Mayo 17, 2013 2:14 pm

Yo no solía meterme en problemas a propósito. Generalmente hacía cosas sin darme cuenta de que eran estúpidas o a veces me dejaba llevar por las acciones del resto y terminaba pagando. Ésta vez me metí en un lío por despistado, y acabé castigado. Los profesores ya no tienen mejor castigo que enviar a los alumnos a lavar los baños. Eso fue lo que me tocó hacer a mí, así que apenas acabaron las clases me dirigí a la profesora para que me indicase cuál de todos los baños debía limpiar. "El de Myrtle, la llorona en el segundo piso". Me dijo sin mirarme haciendo lo suyo y arrugué la nariz con una notoria expresión de que de todos los baños es el que menos quería limpiar. La fantasma que vive allí me cae gordo, siempre que me paseo cerca de allí sale exclusivamente para molestarme y quejarse... ay, no.

Lo "bueno" de todo es que como soy hijo de muggles, estaba acostumbrado a usar un cepillo de dientes y lo demás para lavar los inodoros. Mamá me castiga de esa forma en casa, y aunque es desagradable pienso que ese método es aún más molesto para esos sangre pura que están en contra del mundo no mágico, porque deben utilizar un método muggle para realizar el castigo. Es como si fuese doble; qué risa me da pensar en un Slytherin purista cepillando el retrete. Aunque reírse cuando eres tú el que está en esa posición es malo. El karma Soohyun, el karma. Tenía puesto guantes de goma amarillo y frotaba hasta dejar lo más limpio posible, aunque pocas chicas usaban el baño de Myrtle. Ésta me molestó un rato, pero acabó yéndose a quien sabe dónde y me dejó en paz.— Espero no vuelva hasta que yo haya acabado.. —Murmuré poniéndome de pie tras pasar el cepillo al último retrete.

Poco después agarré el trapiador y me puse a pasarlo sin muchas ganas. Me había quitado la túnica y el swéter además de arremangarme las mangas de la camisa porque me había acalorado y estaba cansado. Tenía sueño, deberes pendientes y de sólo pensar que me quedaba aún me daban ganas de tirarme al suelo y morir.— Aishh... —Me quejé a los pocos minutos, apoyándome en el mango del objeto y mirando el piso. Suspiré y empecé a pasarlo de manera infantil y de a poco comencé a usarlo de micrófono, cantando débilmente al principio y luego con el paso de los minutos, el baño era mi escenario.— ¡Jin jeong jeul gil jul a Neun yeo reo buni i nara eui champion ibnida! ¡HA! —Cantaba en mi propio idioma con todo el entusiasmo del mundo, pasando el trapiador cuando recordaba que estaba limpiando, pero todo era un escándalo. Imaginaba la canción en mi cabeza y que seguramente me veía ridículo. Y así deseaba unirme al coro escolar...