Rompiendo las reglas..... Nadando en el lago

Estaba aburrido de pasar tanto tiempo en el castillo que esta vez opte por tomar un descanso en el lago negro. No decía que me metería a nadar pero no era una mala idea, la tarde estaba calurosa aunque el sol comenzaba a ponerse y el agua se veía tan fresca que el nadar estaba sonando como una excelente idea lo único que tendría que hacer era cuidarme de las criaturas que hay vivían. -Nada que unos hechizos de protección no solucionen- decía para si mismo.

Me desvestí quedando en bóxer para posteriormente tomar mi varita y aparecer un traje de bajo, un poco mas grande que el bóxer que usaba y lanzar un par de hechizos de protección al lago para introducirme, solo tenia que tener en cuenta la duración de dicha protección puesto a que no quería tener ningún problema, mas por que estaba prohibido el nadar hay fuera de las famosas competencias de Los tres magos.

No prestaba mucha atención a los que llegaran por ese lugar puesto a que estaba mas enfocado en nadar y disfrutar del agua que sin duda era algo bueno y placentero. Tome nuevamente mi varita y realice el casco burbuja para nadar un poco mas al fondo y ver si alguna criatura se encontraba por ese lugar el conocer a todas las criaturas era algo que me fascinaba y las que hay vivían no eran la excepción a todo eso.

Esa tarde baje en dirección al Lago Negro con la presunta idea de nadar un momento, necesitaba estirar las piernas y disfrutar un momento de libertad, mis estudios de Auror de aquella tarde ya habían terminado por lo que tenía la tarde libre para pasar un momento de tranquilidad, no tengo muchos amigos tampoco como para ir a Hogsmeade o andar escudriñando en los pasillos y los secretos de Hogwarts, lo mejor era relajarse en el lago. Al llegar allí use un hechizo no pronunciable para crear una barcaza con troncos de madera y hojas y con mi varita hice desaparecer mi ropa cambiándose por un bañador, mi idea era usar la balsa para remar por el lago y sumergirme en este para buscar algas y piedras mágicas para mis pociones.

Comencé a navegar y lance un hechizo de protección corporal y me relaje colocándome de pecho hacia el solo sintiendo la tibieza de sus rayos penetrar en mi piel pálida y tersa, la balsa de movía por su propia cuenta internándose en el lago perdiéndose de Hogwarts y las tonterías que la rodeaban, el ruido, la multitud, las peleas entre estudiantes, las malas caras, los idiotas, los presuntuosos, los profesores, en fin de todo un poco.

En aquel momento era yo, el lago negro y el sol. Supongo que me quede dormido unos minutos con la barca a la deriva, desperté cuando esta encallo en un pequeño islote. Mire algo sobresaltado estaba bien lejos del borde, pero al parecer no era el único, gracias a mi vista amplificada note que otro chico nadaba en el lago. Puse mi mano a la altura de mi frente para mirar mejor, no sabía quien era, pero le hice una seña con la otra mano para que se aproximara, no sería tan malo un poco de compañía tan inusual, nadie se aventuraba a nadar en el lago pro estar prohibido y pro ser mortalmente peligroso.

Al salir nuevamente a la superficie me percate que no era el único que se encontraba en el lago, decidí sumergirme nuevamente para acercarme a el, con uno que se notara en la superficie era lo indicado a que fueran dos los que hay estaban. Al llegar junto a el me percate que ya lo había visto y no precisamente en el colegio puesto a que tanto alumnado era difícil recordar a todos y cada uno de ellos, era el chico con el que había viajado en el tren. - Eres Lysander, cierto - No quería cometer el error de confundirlo.

Salí del lago mi hechizo había terminado y no quería incomodar a las criaturas que hay vivían, si el gustaba permanecer dentro que fuera su responsabilidad -Tu también haz lanzado protección por lo que veo - Tomaba mi varita y aparecía una toalla para secarme un poco para después extenderla en el suelo y sentarme sobre ella. -Te gusto el dulce que te di, tengo mas de ellos si gustas- Le preguntaba no había mucho tema de conversación, mencionar las clases era algo cotidiano, no teníamos gustos en común o al menos eso pensaba yo, lo único que habíamos hecho en este nuevo año fue compartir el tren y ahora los dos coincidir aquí en lago.

Aunque algo de compañía no caía nada mal, el estar solo tampoco era una mala idea así podría practicar con toda tranquilidad uno que otro hechizo o buscar algún ingrediente para alguna buena poción que me pudiera sacar de apuros o para pasar alguna clase. -Que te trae a ti también aquí al lago, y sobre todo nadar en el -