What? I can't hear you || Luka

Había estado inquieta durante algunos días, estaba ansiosa porque llegase el fin de semana pero las clases parecían eternas. No tenía un motivo establecido por el cual quería que fuese viernes, a excepción de escaquear deberes, cosa que no solía preocuparme con frecuencia, pero, a últimos días, todos parecían estar demasiado inmersos en ellos como para pensar en algo más, así que me aburría de lo lindo estando encerrada en Sala Común o en la Biblioteca. Mi madre había salido para conseguir algunas cosas que hacían falta en el Caldero y eso sólo añadía otra cosa a la lista de "Cosas que hacen de estar en el colegio, un eterno castigo". Me escribió diciendo que quería llevarnos a mi padre, a Frank y a mí con ella, pero no era posible por un sinnúmero de compromisos que aún teníamos en el colegio. "Que te vaya bien mamá, diviértete", fue lo que añadí a la carta que mi padre había escrito, con una sonrisa se la devolví, y no me quejaba pero tampoco es que pudiese hacer muchas cosas divertidas y hubiese preferido tener permiso para acompañar a mi madre. La mayor parte del tiempo, tras aquel suceso, la pasé jugando naipes explosivos con mi hermano, o ajedrez mágico con mi padre en ocasiones, incluso hacía algunas bromas, pero no lograba satisfacer mi necesidad de actividad. Finalmente, hoy me vi a mí misma morir de aburrimiento recargada sobre una banca en la Sala Común, mientras tarareaba una canción que no estaba segura de recordar completamente, me dije que sería mejor salir a dar una vuelta y, tras soltar un resoplido, salí por la puerta.

En realidad, mi aspecto debía ser demasiado cansino como para que se pensase que era la misma Alice de siempre, así que tomar un poco de aire fresco no me sentaría nada mal. Decidí entonces ir al Bosque Prohibido y saludar a alguna criatura que viese por allí, quizá podría ver algo emocionante o similar que me ayudase a sobrevivir hasta las vacaciones, o bien, hasta el día en que todos hubiesen terminado su época de deberes infinitos al fin. Salí hacia los jardines y los atravesé a toda prisa, pensando en saludar al guardabosques y quizá pedir su ayuda porque lo había hecho antes ya, pero no se encontraba a la vista, tal vez estaba de viaje también pues en lugar de la cálida luz que se proyectaba por la ventana, había una oscuridad abrumadora que envolvía el interior de la cabaña. Me apresuré entonces a llegar al borde del bosque y comenzar mi caminata. Sonreí ampliamente y solté un suspiro, ¿a dónde debería ir primero?

Cuando caminaba solía ensimismarme, sobre todo cuando estaba sola y eso era lo que buscaba directamente. Andaba por el bosque sin fijarme más allá del terreno que pisaba, procurando no caer en algún agujero como era mi costumbre, pero nada más que eso. Agradecía el ambiente del lugar, tan silencioso como había querido, tal como lo había imaginado al pensar en ese sitio como primera opción para desligarme de las preocupaciones cotidianas que yacían en la rutina de Hogwarts, la cual no me disgustaba del todo, pero en ocasiones me resultaba mejor salir a hacer algo diferente, sobre todo cuando me lamentaba por no haber podido viajar con mi madre. En ocasiones me daba cuenta de que era idéntica a mi padre, en cuanto a personalidad, pero en otras sabía que mi madre había influido mucho y que en apariencia era en demasía parecida a ella; me gustaba compararme con los dos y saber que era una mezcla perfecta de ambos, al contrario que mi hermano, el que parecía una réplica exacta de padre, incluyendo su carácter.

Algo que sin duda heredé de amabas partes, fue mi tendencia a distraerme fácilmente, me perdía en mis pensamientos con suma agilidad que me costaba darme cuenta que de nuevo había iniciado con mis divagaciones mentales que no me llevaban a ningún lado en particular. Sacudí mi cabeza y me detuve un segundo para ubicarme, pues continué caminando sin fijarme en la dirección - ¿Dónde estoy? - susurré para mí misma, no podía haberme alejado mucho pero antes de dar la vuelta, pues se me había sugerido no adentrarme demasiado cuando fuese sola, quería saber exactamente en que lugar me encontraba. Me quedé pensando por un instante cuando escuché algunos sonidos provenientes de los árboles, podría tratarse de un Demiguise... el guardabosques me había dicho que traería algunos para la clase, ¿sería?

Empecé a mirar hacia arriba, esperando visualizar alguno por difícil que fuese, más lo último que llegó a mis oídos me dejó claro que no se trataba de una criatura, sino de otra cosa. La voz sonaba escabrosa, sobre todo con el eco que los árboles le infundían, sin quererlo mi piel se erizó y me quedé ahí, parada esperando a que lo que sea que fuese apareciese frente a mí; incluso había metido ya la mano en la bolsa de mi túnica donde estaba guardada la varita, preparándome para cualquier cosa que pudiese pasar... ¿Vampiros? Seguí mirando entre las ramas, pero no parecía haber nada, o al menos no distinguía nada claro. Saqué mi varita - Lumus - susurré ampliando mi campo de visión - Baja ya, que no te tengo miedo - espeté tratando de mantener mi voz firme, no estaba demasiado asustada, pocas cosas me daban miedo en realidad e incluso pensé que podría ser mi hermano haciéndome una jugarreta - ¿Frank? - pregunté dando un paso hacia adelante, sin bajar la guardia pues no estaba segura de nada hasta ahora, sólo eran sospechas infundadas que esperaba no distasen mucho de la verdad.