Party in london; Luka

Oscuridad. Es la primera cosa que recuerdo. Estaba oscuro, hacía frio y tenía miedo. Pero cuando miré a la luna, eran tan grande y tan brillante y parecía ahuyentar la oscuridad. Y cuando lo hizo, ya no volví a sentir miedo. ¿Por qué estaba en ese lugar y que era lo que tenía que hacer? Eso jamás lo he sabido, y parte de mí se pregunta si lo sabrá.

A veces Luka recordaba citas de libros conforme su vida avanzaba. En estos momentos era como se sentía, no sabía que estaba haciendo exactamente o que es lo que tenía que hacer, solamente estaba rodeado de oscuridad infinita sin la luna que ahuyentar la penumbra. Sin ninguna clase de guía de lo que su vida estaba destinada a hacer, todo el mundo cree en el destino en que todos esperamos convertirnos en algo antes morir y que nuestra vida está trazada desde el inicio. Luka no era de esos chicos, él era de aquellos que realizaba las cosas sin pensar, la vida era demasiado corta como para detenerse a meditar sus acciones. No se quejaba, se lamentaba por los demás que no sabían vivir la vida. Sin embargo, en ciertas ocasiones realmente dudaba acerca si su ideología era la correcta o estaba en el error, consecuencia de las dudas existenciales que atormentaban la cabeza del muchacho. Pero eso no le decía mucho, lo dejaba con la misma interrogante que desde hace un principio. ¿Qué era lo que tenía que hacer en esta vida?

La nota le había llegado en el momento justo, siempre mantenía todo en su lugar, odiaba el desorden como odiaba muchas cosas. Encontrar todas sus pertenencias tiradas y sobre ella un libro fue un claro ejemplo de hacerse notar. Sonrió de medio lado, sabía que algo importante estaría por pasar de otra forma la persona culpable de ello no se hubiera tomado la molestia de tanto misterio y de citarlo dos días con anticipación.

Sonrió apenas visible, este era uno de esos momentos en los que no pensaba en lo que estaba haciendo, en aquellos sacrificios donde no pensaba en lo podría perder si no lo que podría ganar después. Quizá luego se arrepentiría pero eso era lo divertido en la vida del joven Brooks aprender de sus propios movimientos. Podría trazar un destino a partir de este punto, ya vería hasta que límites llegaría en este camino y si no fueran los suficientes siempre podría tomar un desvío. Ahí estaba, un joven de piel clara y cabello castaño apenas visible oculto por un gorro verde, gafas transparentes y gruesas. Lo que los muggles llamaban como hipster o por lo menos la activa imaginación de Luka con ello lo asoció. Luka siempre prefirió lo cómodo, unos jeans de mezclilla y una playera con estampado, su vestimenta siempre ocupó un segundo plano. Cada paso que lo acercaba más al joven el corazón de Luka latía con más fuerza, no por miedo si no por la adrenalina de tanto misterio. -Demasiado drama a mi parecer, las cosas deben de ser importantes…- Murmuró mientras se acercaba lo suficiente para saludar. No era muy sociable con las personas, muchos menos con aquellos que no conocía, pero la emoción era aquello que lo motivaba a ser el que de el primer movimiento. -No creo que necesite presentación pues hasta a mi habitación has lle…lle…llegado- La maldita enfermedad le estaba jugando tratos sucios, revolviendo su lengua. Le constaba hablar largo y tendido. Por ello debía de hablar con suma confianza si no quería que conocieran acerca de él. -Tanta emoción me está matando los nervios, espero que sea importante- Sonrió, por mucho que lo conociera no podría saber acerca de sus problemas de personalidad y su interna personalidad perversa y eso sería lo divertido de esta noche el actuar al inocente.