¿A qué vienes? ~Arthur~

por **Kendra A. Cacciatore** Dom Mayo 12, 2013 12:04 am

La noche, la lluvia y lo que rodeaba mi mente era lo que en realidad valía la pena seguir con ojos abiertos y demostrar que lo sé es no es a base de los demás, en otras palabras es encontrarle sentido a nuestras vidas y tener en ellas una base con la cual dejar de lado lo que el espíritu de una misma logra decantar lo que somos, lo que queremos ser y lo que el mundo nos ve que logramos.

Era ya un día avanzado, como cualquier otro y yo a la espera de poder encontrar sentido a las cosas que estaba viviendo, no tanto por lo importante que llega a ser el tiempo, el espacio y lo que se reconforta con un simple soplo de vida que al final de los tiempos solo logra caer, reconocer lo que se perdió y lo que con creces se está logrando, es en sí tener las faldas suficientes como para decorar nuestras palabras en apego a la lista de nuestras almas y aun así no temblar.

Aligeré mis pensamientos para que con ellos la bruma se fuese llena de tantas verdades y que con ellas puedo denotar que todo lo que crece a mi alrededor está repleto de metas, aficiones y rivalidades.. ese es mi pensar y mi devenir hoy en día.

Crucé los brazos tratando de aspirar todo el aire puro con el cuál demostrar que mis razones en esta vida no eran más estar feliz, dichosa y amada. Los pensamientos cruzaban como balas por mi pecho y mi mente quebrando al instante lo que podía llamarse sentimiento de felicidad, pero más allá de eso las continuas discusiones con mis hermanos se volvían cada vez más fuertes, destructoras y avasalladoras, una lágrima podía notarse corriendo por mis mejillas cuando de por sí las llaves de mi cuerpo se encontraban más que perdidas, suspendidas en el tiempo al punto de reencontrarse con el espejo interior mío. En pocas palabras me hallaba reflexionando a la nada y suspirando para liberar la tensión con la cual mi cuerpo ardía, ardía como madera que se consumía al fuego y al final nada estaba seguro, nada estaba dicho solo lo que en la actualidad y el pasado acontecen. Unos breves y ligeros pasos acompañaban mi sitio, no quise voltear para encontrarme con alguien molesto, lo último que necesitaba ahora era discutir por lo que me hice la desentendida temblando por el frío viento que hacía crujir mis huesos y tan sólo me di por vencida para agachar mi rostro y voltear rindiéndome observando aquella sonrisa sínica, se trataba de mi hermano Arthur al cual solamente miré de soslayo sin inmutarme por su presencia.

por **Arthur S. Cacciatore** Lun Mayo 20, 2013 7:11 pm

Llorar, acción que hace ver estúpida a las personas. En cualquier situación, sea real o no, es algo no debe hacerse, si no, ¿De que sirve hacerse fuerte? De nada. En mi no esta el acto de llorar al fin y al cabo pues, mis sentimientos son anulados por algo mas allá de este mundo, algo que no muchos experimentan y solo pocos saben manejar, yo entre estos dos grupos, a excepción de que yo se manipular esa sensación y por supuesto, yo la he experimentado. Sin lugar a dudas, llorar rebaja al ser que se de ese lujo, y en caso de ser muggle, pues estarían mas abajo del estatus que apostan a la sociedad mágica, algo mas pequeño que una hormiga pues ellos de tienen nada que hacer en este mundo, deberían de morir todos, desaparecer de la faz de la tierra y que los magos inculcaran al ámbito del purista en todos, en tal caso eso pasara, es una obligación.

-Kendra… ¿Llorando por las esquinas? Que estúpida- Expulsaba mi voz al verla en aquel lago lloriquear como la estúpida que era en cualquier momento, sin embargo, era necesaria para algo ejemplar que se debía llevar a cabo con la mayor proximidad posible, esta chica, a pesar de ser alguien que no aprueba a los puristas y no los acepta como iguales, esta chica a pesar de ser una traidora no se le era tomada así, mas bien, era una pieza demasiado importante en el tablero, podría compararse con la dama pero todo depende de que lado pudiese jugar siendo mi deber y el de otro ser semejante a mi corregir su trayectoria, convertirla en algo que nos favorezca eso era todo.

-No muestres tu debilidad… Eso es para impuros- Recalque mientras me paraba a su lado sonriendo de una forma sínica mientras al mismo tiempo llevaba mis brazos a la altura del pecho y los dejaba hay ya cruzados, además de colocar mi pie izquierdo delante de mi posición pero sin llevarlo al otro lado del lago, si exagere, pero si no lo hago no me entienden. No volteaba a mirarla y mi estatura la hacia ver enana a mi derecha, pero a pesar de todo eso era mi hermana y mientras portara el mismo apellido que yo no podía dejar que estuviese llorando por las esquinas, terminaría manchando nuestro estandarte, algo que a mi punto de vista era ilegal.

¿A qué vienes? ~Arthur~

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